domingo, 11 de marzo de 2018

Este uno de los peores problemas de la enseñanza en psicología, que solo produce engreimientos, soberbias y charlatanería

Estoy notando algo muy cabrón gracias a la conversación de ustedes dos y es algo que no había podido notar en los tiempos que estudié la carrera porque andaba muy mal por aquél entonces....................... Creo que los psicólogos tienden a memorizar lo que dicen los textos de las terapias, entienden superficialmente lo que estas significan, y luego usan ese entendimiento como esquema para creer que todos los otros procedimientos que existen son exactamente lo mismo.


Por ejemplo eso de la aceptación es un concepto tan ambiguo y con múltiples interpretaciones que cuando se habla de el desde diferentes posturas pareciera que el psicólogo promedio llega y escucha ese término, de inmediato lo asocia a la postura que ya conoce y tiende a reducir todas las otras posturas a la nada (lo cual es especialmente tonto en términos tan ambiguos con múltiples acepciones). Luego en base a su propia confusión interpreta las terapias que está memorizando y al final cree que de verdad las entendió y cuando las aplica termina por hacer idioteces que sólo en forma se parecen al tratamiento original pero que en el fondo no tienen nada que ver. Finalmente si nota que no funciona el tratamiento, o por el simple hecho de cuestionar las bases que no entendió jamás, se atreve a emitir un juicio y descartar un tratamiento x o y, sin haber entendido nada acerca de el.........



Pero creo que el problema no sólo es de los malos hábitos irreflexivos y limitados a la memorización de la enseñanza en la carrera, sino que también los propios creadores de los tratamientos, así como las corrientes que de estos derivan, no son claros y no definen bien de que van y cuales son los propósitos y las bases de cada técnica. Salvo las terapias conductistas, todas las demás pueden ser interpretadas de mil formas.

Solo para ilustrar, la aceptación tiene múltiples significados cuando es aplicada a los procedimientos, por ejemplo al usar el término en una frase tan vaga como "debes aceptar lo que venga a tu mente" durante un ejercicio terapéutico, se puede interpretar al menos de las siguientes dos formas: 1) Ejercer cierto control sobre tu atención para no enfocarla demasiado en las emociones negativas que se despierten y dejarlas pasar. 2) Cuando venga un recuerdo doloroso a tu mente enfócate en el, haz memoria de que te pasó, acepta toda la situación que te acuerdes, y quierete a ti mismo a pesar de todo lo sucedido y cuando ya te sientas bien ya continua con el trabajo del tratamiento.

Es un sinsentido muy inútil pensar que al escuchar un término ambiguo ya sabes mágicamente en que consiste una técnica x o y, cuando en el fondo quien postula esa técnica o quienes la promueven deberían de dejar bien claro, paso a paso, acción a acción en que consiste cada una de las cosas que se hacen en ella. No se puede ser tan ambiguo pero el gran problema es que todos los tratamientos no conductistas están redactados y se enseñan de una forma ambigua que pueden ser mil cosas a la vez.

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